Fomentar la meditación y la concentración: Tradicionalmente, los mandalas se utilizan como herramientas para enfocar la mente durante la meditación. Tener un mandala colgante a la vista puede ayudar a crear un ambiente propicio para la introspección y la calma.
Promover la armonía y el equilibrio: La estructura circular y los patrones simétricos de los mandalas simbolizan la unidad, la totalidad y el equilibrio cósmico. Su presencia puede evocar sentimientos de armonía en el entorno.